Cuida a la ortiga y descubrirás su lado bueno

La ortiga es una planta silvestre que muchas veces solemos desechar. Ella no cuenta con la simpatía de muchos y hasta se la considera una mala hierba, por lo que es frecuente que se la quite de las huertas o de los  jardines.

Sin embargo,  ella ha sido históricamente utilizada por sus múltiples bondades. Posee propiedades beneficiosas para la salud de las personas y las plantas.

Tiene una característica desagradable. Quienes rozaron sin querer la planta lo sabrán: la Ortiga, en el contacto con la piel, causa picazón, ardor y genera la aparición de ronchas, que si bien desaparecerán en poco tiempo, son molestas y dolorosas. La palabra “urticaria”, en efecto, proviene del nombre científico de esta especie, Urtica urens. Esto la ha llevado a tener una mala fama entre los huerteros y jardineros, quienes prefieren eliminarlas para no sufrir las consecuencias.

A pesar de esta cualidad, lo cierto es que esta planta posee un lado bueno que brinda múltiples beneficios:

Es comestible y nutritiva.

Se la puede utilizar como planta medicinal, para curar afecciones de la piel, como diurético y depurativo, analgésico y astringente, antiinflamatorio, antihistamínico, etc.

En cuanto su uso en agricultura, la ortiga es un buen repelente contra insectos y favorece las defensas naturales de las plantas. Además, se utiliza como abono orgánico rico en nitratos, ya que es bioestimulante del suelo y un buen activador del compost.

 

PROPIEDADES

Es rica en clorofila, flavonoides, taninos, ácidos orgánicos (acético, cítrico, butírico), sales minerales (hierro, azufre, manganeso, potasio), carotenos, histamina y acetilcolina, y vitaminas A, B2, K1 y ácido fólico.

Además, fortifica y estimula la flora microbiana de la tierra y la vegetación. Acelera el compostaje, refuerza las plantas, lucha contra la clorosis y favorece la fotosíntesis.

Por eso, aunque su mala fama la preceda, si encuentras un ejemplar en tu huerta o tu jardín,  considérate un afortunado. Lo más indicado es trasladarla con cuidado a una maceta para asegurarte tenerla a salvo y no sufrir sus efectos urticantes en un descuido.

 

RECOLECCIÓN

Florece en verano  y se recoge la planta entera, dependiendo del uso que se le vaya a destinar. Puede utilizarse seca o recién recogida. La recolección debería ser antes de la floración, y el secado debe realizarse lo más rápidamente posible.

 

USOS

Se utiliza la planta entera (excepto raíces), principalmente las hojas, aunque también pueden utilizarse tallos y frutos.

La primavera es el momento ideal para probar la Ortiga como verdura de hoja, porque las plantas aún son jóvenes y estarán muy tiernas. También es una ocasión oportuna para comenzar a preparar el purín que servirá como estimulante del crecimiento vegetal y la salud del jardín y del resto de los cultivos de huerta. Eso sí: para manipularla, habrá que hacerlo con guantes o una pinza y mucho cuidado, de esa manera se podrá evitar una reacción incómoda en la piel.

En la huerta de aromáticas

Al igual que otras hierbas como la manzanilla, el perejil crespo, la acedera o el ciboulette, la ortiga puede ser parte de los cultivos hogareños de plantas aromáticas. En la huerta, su sector será el que reciba media sombra, ya que se trata de especies que prefieren luz filtrada.

Ortiga al plato

Las hojas se consumen hervidas o al vapor ya que, de esta forma, desaparece su actividad urticante. Mezcladas en rellenos con acelgas o espinacas aportarán minerales, vitaminas y un agradable sabor a la preparación. En sopas y acompañando purés de papa o batata son otra opción sabrosa y saludable, ya que son muy depurativas. Además tienen un efecto antihistamínico que colabora con el alivio de los síntomas que ocasionan las alergias primaverales.

Un abono natural y ecológico sin efectos secundarios

Con la Ortiga se puede elaborar un potente y beneficioso abono o purín líquido que contribuye al crecimiento saludable de las hortalizas. Es una alternativa natural y ecológica a los abonos minerales.

Emplear un abono natural como este tiene grandes ventajas sobre los abonos químicos. Apenas existe riesgo de pasarse con la dosis de abono, las plantas se refuerzan y se consigue un crecimiento más rápido.

Como todo buen abono, el purín de ortigas es muy rico en nitrógeno, pero también contiene hierro, calcio, fósforo y silicio, entre otros muchos elementos.

Previene las plagas

Además las plantas tratadas modifican su composición interna y resultan menos interesantes para los insectos, de manera que, además de abonar, también sirve para prevenir plagas de ácaros, pulgones, mosca blanca, araña roja, etc.

Aún hay más: el suelo donde crecen las plantas también se beneficia, pues le gusta a las lombrices y favorece el equilibrio en el ecosistema de microorganismos que envuelve las raíces de las plantas.

Las virtudes del abono de Ortiga son bien conocidas por los agricultores ecológicos. Elaborarlo es fácil y puedes utilizarlo con tus plantas.

Ingredientes:

  • Un gran manojo de ortigas, como para llenar un cubo (pon las hojas y los tallos, descarta las flores y las raíces).
  • Un gran cubo que no sea de metal.
  • Una tapa o una plancha de madera para taparlo.
  • Un palo para remover la mezcla.
  • Agua de lluvia (si no dispones de ella, hazlo con agua del grifo, pero deja que se evapore el cloro durante una noche).

Preparación:

  • Coloca el cubo en un lugar soleado. Si el lugar es sombreado, también se puede hacer pero tardará más tiempo. Como el abono olerá mal es importante que el sitio esté lo suficientemente separado de donde haya mucho paso de personas.
  • Corta la Ortiga pertrechado con buenos guantes y tijeras de podar. Ponla en el cubo hasta que ocupe tres cuartas partes de su volumen.
  • Vierte el agua en el cubo hasta que la Ortiga quede completamente cubierta.
  • Deja el cubo tranquilo durante unos cuantos días. Cuando empiece a oler mal, tápalo.
  • Destápalo cada dos o tres días y remueve la Ortiga con un palo. Es importante oxigenar de esta manera el agua para que la fermentación se produzca adecuadamente.
  • La mezcla estará lista en un plazo de 14 a 21 días. Puedes colarla y empezar a utilizarla como abono. Será útil durante to el periodo de crecimiento de la planta.
  • El producto que resulta se puede colocar en un envase con pulverizador para luego rociarlo sobre las plantas y dejar que cause su efecto benéfico.

Cómo se emplea

  • Utilízalo con plantas que necesitan muchos nutrientes.
  • Las aromáticas y las legumbres no se deben tratar con este abono.
  • En plantas jóvenes, diluye 500 ml del abono en 10 litros de agua cada 15 días. En plantas adultas, aumenta la dosis a 1 litro.
  • Riega la tierra con el agua tratada, no las hojas.
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